ePrivacy and GPDR Cookie Consent by Cookie Consent
BLOGMETAL

    BLOGMETAL: Atraer inversión y crear empleo exige estabilidad política

    Las buenas cifras macroeconómicas de los últimos años han permitido recuperar la inversión y el consumo e incluso crear empleo hasta compensar la destrucción de puestos de trabajo que produjo la recesión. El logro, apoyado en políticas económicas responsables y en presupuestos realistas, ha venido de la mano de las empresas, grandes pequeñas y medianas, de las microempresas y de los autónomos. 

    Los empresarios, los que impulsan proyectos, toman riesgos e invierten para crear riqueza y empleo, necesitan para seguir realizando su labor que la política resuelva problemas y les allane el camino. Atraer inversión y generar empleo exige la estabilidad y la confianza que debe generar un Gobierno.

    Instalados en la incertidumbre política y en la provisionalidad, con presupuestos prorrogados y con una inactividad normativa sin precedentes, las empresas han seguido trabajando y creciendo, y cabe preguntarse qué podría pasar con un Gobierno que llevase adelante las reformas pendientes que las empresas siguen demandando para cumplir con su labor de crear riqueza y empleo.
    El espectáculo político de los últimos meses no ha dado la sensación en ningún momento de que se aportaran ideas y se confrontasen programas, con el objetivo de sumar esfuerzos para alcanzar pactos sobre los que construir un clima político, social y económico favorable para la actividad económica y el progreso.

    Nadie parece estar dispuesto a dar un paso al frente, o a un lado, o atrás, según el caso, que permita eliminar obstáculos, y superar una parálisis que desde las elecciones de 2016 solo ha cambiado en intensidad sin acabar de abandonarse nunca.
    Desde aquella fecha, la tarea legislativa es insuficiente, y los Presupuestos encadenan prórrogas sin que se pueda atisbar un horizonte parlamentario, con o sin elecciones, que permita aprobar unos nuevos y ajustados a la actual realidad económica y a sus perspectivas a corto y medio plazo.

    Con el punto de partida de la buena evolución económica de los últimos años y el recuerdo de lo devastador de la crisis, se ha podido pensar, ingenuamente, que un escenario político complejo podría también propiciar grandes acuerdos y arbitrar soluciones de futuro para los problemas de la economía española.

    Las debilidades estructurales que sigue teniendo nuestra economía y que penalizan nuestro potencial de crecimiento, muy especialmente el de las Pymes, núcleo central del tejido económico de nuestro país y muy vulnerables frente a determinados factores, no parecen preocupar a quienes son los primeros responsables de trabajar para superarlas.

    Elevar la productividad, profundizar en las reformas del mercado laboral que ayuden a mejorarla, concluir la configuración financiera de nuestro Sistema de Seguridad Social, y reducir la fiscalidad excesiva que en este terreno recae sobre las empresas son tareas pendientes que no pueden afrontarse sin actividad normativa.

    Es necesario seguir ganado competitividad a través de la inversión en investigación y desarrollo, la innovación en productos y procesos, la calidad y la formación, y con una adecuada legislación que permita un mayor grado de flexibilidad en todos los ámbitos, similar a la que disfrutan muchos de los países con los que competimos.
    Las empresas españolas deben mejorar su capacidad tecnológica, aumentar los niveles de calidad de sus productos y servicios y elevar el grado de innovación que a ellos puedan añadir. 

    La inversión en bienes de equipo y en formación y adecuación de sus equipos humanos, el aumento de la productividad como objetivo básico y el ajuste de costes de todo tipo son también instrumentos importantes para ello que necesitan estabilidad y previsibilidad.

    Por último, como recomienda el Consejo Europeo, es imprescindible mantener el proceso de consolidación fiscal, equilibrar las cuentas públicas y crecer sin endeudamiento. Además, se han de mejorar los incentivos en ámbitos como los de la I+D+i, o el medio ambiente de modo que esos dos factores, de peso decisivo y creciente en los índices de competitividad de una economía, se vean favorecidos.

    En nada de ello se podrá avanzar con incertidumbre y España lo pagará en términos de progreso y bienestar. 
     
    José Miguel Guerrero Sedano
    Presidente CONFEMETAL
    16/07/2019

    Autor
    José Miguel Guerrero Sedano 
    Presidente de CONFEMETAL