ePrivacy and GPDR Cookie Consent by Cookie Consent
BLOGMETAL

    BLOGMETAL: Los desafíos tras la pandemia: una gran oportunidad para una industria internacionalmente competitiva

    Las consecuencias que el COVID-19 ha tenido sobre las personas, los sistemas de atención sanitaria, las sociedades y la economía han llegado para quedarse por un tiempo, por ahora, impredecible. 

    Si algo ha revelado esta crisis sanitaria, entre otras muchas cosas, ha sido el importante papel que juega la Unión Europea frente a las adversidades y debilidades de sus Estados Miembros. 

    No obstante, esta pandemia también ha revelado algunas lecciones que deben ser extraídas para el futuro.  En primer lugar, se ha generado una fuerte colisión en la noción de mercado único, debido a las políticas de contención que los distintos Estados miembros de la UE se vieron obligados a adoptar para proteger a las personas y los sistemas sanitarios. La descoordinación y, en ocasiones, desproporción en la toma de decisiones por parte de cada país de forma individual ha sido uno de los errores que más rápidamente se ha  evidenciado, llegando incluso a cercenar la libertad de movilidad transfronteriza de los trabajadores. Por tanto, una primera lección de esta crisis es la de que las medidas desiguales tienen y pueden, como ya se demostró, por ejemplo, con la iniciativa europea de “corredores verdes” ser evitadas en la denominada “nueva normalidad”. 

    Tras el intenso y largo debate sobre la modalidad y cuantía de los fondos europeos, finalmente el pasado 21 de julio la UE alcanzó un acuerdo histórico por el que movilizarán 750.000 millones de euros. Estas ayudas que supondrán el “chaleco salvavidas” para la mayoría de las economías nacionales, requieren sin embargo de una ágil y adecuada utilización de las mismas, descartando en todo caso soluciones cortoplacistas. 

    Se hace imprescindible que sectores como el de la metalurgia, la ingeniería y la tecnología, es decir, la parte más importante de la industria, gravemente afectados por cierre de fronteras, se encuentren en el epicentro de los planes de recuperación que se desarrollen para la utilización de estos fondos. 

    En este contexto, CEEMET, la organización empresarial europea representante de los intereses de las industrias del metal, la ingeniería y la tecnología, de la que es miembro CONFEMETAL, en su documento “Plan de recuperación para una industria competitiva en una Europa resiliente. Diseñando una nueva normalidad”, propone una serie de medidas destinadas a una reactivación de la economía lo más rápida posible sobre la base de una industria fuerte, competitiva y sostenible que genere empleo de calidad, así como un fortalecimiento del propio proyecto europeo. 

    Para CEEMET se deben distinguir dos etapas de recuperación. Una primera, cuyas acciones se hacen necesarias de un modo inminente, y una segunda en la que las medidas que se tomen requieren de un medio-largo plazo para su implementación. 

    Parece evidente que el efecto económico más inmediato y visible que ha producido la pandemia ha sido el desplome de la demanda al que le ha seguido inevitablemente un problema de liquidez por parte de las empresas. Es por ello que, la primera acción, no puede pasar sino por una serie de inversiones públicas estratégicas en infraestructuras esenciales, ya sea para el transporte y edificios inteligentes o para redes inteligentes y 5G, que logre una estimulación de la demanda.

    Al mismo tiempo, se debe continuar proporcionando liquidez y efectivo a las empresas. 
    Otra alternativa para este crecimiento de la demanda pasa por ofrecer a las empresas distintos incentivos ya sean globales o sectoriales.  

    Por otro lado, para poder continuar el camino de la recuperación de la actividad y la “nueva normalidad”, se debe prestar máxima atención al cumplimiento de los altos estándares sanitarios y medidas de seguridad y salud ocupacional, fundamentalmente para la protección de los trabajadores. En este sentido, la UE debe continuar promoviendo intercambios estructurados de buenas prácticas nacionales, por ejemplo, de protocolos inteligentes y viables de seguridad y salud en el trabajo o de herramientas europeas/internacionales de búsqueda de coincidencias que conecten la demanda y la oferta de recursos médicos o de equipos de protección individual. 

    Señala CEEMET que estas acciones se deben simultanear con la toma de las siguientes medidas de carácter económico, político, social, laboral y medioambiental. 

    1º. El doble desafío de reducir las emisiones de carbono y la transformación digital de la industria son grandes oportunidades para la creación de una industria internacionalmente competitiva y generadora de un empleo de calidad en Europa. Europa debe convertirse en líder de una explotación de todo el potencial que ofrece la revolución de la inteligencia artificial, la robótica y el big data impulsada por el I+D y una innovación de primer nivel. Una transición inteligente de la industria facilita la consecución de los objetivos de economía circular y uso eficiente de los recursos. 

    2º. La UE debe aprender a aprovechar su influencia a escala global, “hablando” con una sola voz, la del mayor mercado único del mundo, a fin de preservar el libre mercado y economías abiertas basadas en las normas europeas. No obstante, debe mantener al mismo tiempo un ecosistema industrial competitivo en Europa que, pueda ir acompañado de un análisis europeo inteligente de inversión extranjera que defienda las economías abiertas y los intereses de Europa a largo plazo. 

    3º. Resulta imprescindible negociar un acuerdo sobre la futura relación con Reino Unido, incluso bajo la creciente presión de los plazos debido al COVID-19. Las negociaciones deben conducir a un acuerdo inteligente que garantice un mercado libre de aranceles y cuotas entre la UE y Reino Unido, esforzándose por reducir las barreras al comercio y a la movilidad. 
    Este mismo objetivo debe perseguirse en las negociaciones de acuerdos comerciales y aduaneros con otros socios importantes de la UE. 

    4º. Entre las ayudas que se van a llevar a cabo por parte de la UE se debe incluir un instrumento de recuperación y resiliencia adecuadamente diseñado que tenga a la industria en el centro de la acción. 

    5º. La generación de las condiciones marco adecuadas para la inversión privada es esencial, de modo que Europa atraiga inversiones en I+D de primer nivel. La plataforma “Fit for Future” debería centrarse en impulsar el desarrollo tecnológico, una transición energética fluida y asequible y la introducción de la energía del hidrógeno, los combustibles sintéticos o las baterías en el mercado mundial. 

    6º. Para poder centrarse en la superación de la crisis del COVID-19, se debe evitar que las actuales iniciativas reglamentarias obstaculicen la recuperación económica. En este sentido, la Comisión ha aplazado consultas sobre algunas iniciativas previstas. 

    7º. La participación del Estado en empresas privadas debe ser excepcional y estar limitada en el tiempo. 

    8º. La UE debe fomentar la capacidad de adaptación de los mercados laborales nacionales, cuya flexibilización, en combinación con una participación de los agentes sociales bien desarrollada, contribuyen a reducir las tasas de desempleo. Asimismo, el mercado laboral debe adaptarse para que no exista un conflicto entre el trabajo y la vida privada. 

    9º. La Unión Europea debe apoyar y coordinar las iniciativas nacionales de seguridad y salud en el trabajo, incluido el ya mencionado intercambio de buenas prácticas, para proteger mejor a los trabajadores en una eventual crisis similar. 

    10º. En el caso de una eventual crisis futura, la UE debería proporcionar un Laissez Passer unitario para la circulación de los trabajadores que sustituyera a las 27 disposiciones nacionales descoordinadas. Además, deberían negociarse acuerdos similares con los países vecinos, como Suiza, y otros socios comerciales clave. 

    11º. El COVID-19 ha demostrado la necesidad de un mejor aprendizaje, más combinado digital y virtualmente en las escuelas, universidades y empresas. La educación y la formación jugarán un papel fundamental en este aspecto por lo que se debe resistir la tentación de recortar los presupuestos destinados a estas partidas. 

    12º. Se debe promover el papel del diálogo social. Los interlocutores sociales más representativos pueden marcar la diferencia. 

    Una reactivación decidida y coordinada de las sociedades y la economía europeas tras el COVID-19 ofrece la posibilidad de situar a Europa en la primera posición mundial, ya sea en el plano político, social, ético o económico. Hay que acoger esta crisis como una oportunidad única.
     
    José Miguel Guerrero Sedano
    Presidente CONFEMETAL
     
    09/10/2020

    Autor
    José Miguel Guerrero Sedano 
    Presidente de CONFEMETAL