La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), entidad que representa a más de 650 empresas del sector, alerta sobre el peligro que puede conllevar la próxima aplicación, a partir de enero de 2026, del Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM). Aunque concebido para evitar la fuga de carbono y garantizar la competencia justa bajo estándares climáticos, este impuesto podría producir el efecto inverso en el sector del aluminio europeo, junto con la elevación de los costes de producción entre un 24% y un 31%, según estudios independientes.
Este incremento amenaza la competitividad de toda la cadena de valor, desde las fundiciones hasta los productos semiacabados, y podría provocar una sustitución masiva de producción europea por importaciones de terceros países, con el consiguiente riesgo de desindustrialización y pérdida de empleo para Europa.
Desde la AEA se considera que esta convergencia de factores refuerza la necesidad de una revisión urgente y equilibrada de la aplicación del CBAM, que el sector está demandando y cuya relevancia ha quedado manifiesta en la reciente votación el pasado jueves en el Parlamento Europeo sobre su propuesta de simplificación.
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