Confemetal considera que los presupuestos pueden agravar la crisis

En su último Informe de Coyuntura Económica y Laboral, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal, CONFEMETAL, analiza La Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013, actualmente en trámite parlamentario, de la que afirma que sólo acierta parcialmente en su diagnóstico y en las líneas generales de actuación a la hora de definir instrumentos para superar la crisis, y que, por contra, existen en ella un riesgo real de que contribuya a agravarla.

CONFEMETAL considera los Presupuestos demasiado voluntaristas y optimistas, al  no ir acompañados de medidas decididas para activar una economía que necesita confianza e incentivos para funcionar más eficazmente, que atraviesa su más largo período de recesión en décadas, y para la que es imprescindible que la competitividad se ponga en primera línea de los objetivos de la política económica.

Los Presupuestos, según se afirma en el Informe, deberían ser el instrumento nuclear de esa política facilitando reformas reales y profundas que flexibilicen los mercados de bienes, servicios y factores, permitiendo crear a nuevas empresas y consolidando a las existentes. CONFEMETAL subraya que sin empresas sólidas y competitivas no se  habrá resuelto nada y será imposible remontar esta situación para volver a los niveles previos a la crisis.

La lista de acciones que los Presupuestos Generales del Estado 2013 no contemplan en la dimensión necesaria, incluye un mayor esfuerzo en investigación y desarrollo, más innovación en productos y procesos, calidad y formación, incremento del esfuerzo inversor en infraestructuras, y una imposición que no penalice las inversiones productivas.

El ajuste fiscal que se está llevando a cabo en España, señala el Informe, es sin duda el mayor de nuestra historia reciente, superior al realizado para entrar en la Unión Monetaria Europea y excepcional en términos relativos si se compara con el realizado en cualquiera de los países de nuestro entorno.

Sin embargo, los Presupuestos concentran su esfuerzo de austeridad en el gasto público en las partidas ligadas a la actividad productiva muy por encima de aplicar cambios sustanciales en la gestión de los servicios públicos, vuelven a incumplir la promesa anunciada de reducir las cotizaciones sociales en 2013 y no resuelven el problema de fondo del gasto estructural ni de la racionalización del sector público.

La reducción del déficit es sin duda imprescindible, pero poco se conseguirá si  sólo es coyuntural y no se realiza sobre bases más sólidas y apuntando hacia el fondo de la cuestión, que no es otro que el déficit estructural.

No actuar sobre ese déficit estructural, dejará latentes los  problemas que nos han llevado en los últimos años a un aumento exponencial de la deuda que en 2013 supondrá una carga de intereses de más de 38.589 millones de euros y que podría llegar situarla en términos relativos en el 90 por ciento del PIB el próximo año, haciendo inútiles los esfuerzos realizados hasta ahora.