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Notas de prensa

    CEOE debe seguir siendo uno de los pilares de la Sociedad Civil española

    El pasado 17 de diciembre se cerraron las elecciones en CEOE con la ajustada victoria, 345 votos frente a 312, de Juan Rosell sobre Antonio Garamendi. La reelección llega tras un proceso electoral que ha permitido confrontar ideas, planteamientos y modelos para una organización fundamental, desde su creación, por haber sabido aglutinar a empresas grandes y pequeñas, a todos los sectores productivos y a las organizaciones empresariales de todos los territorios de España.

    Esa idea de “Unidad” de la Confederación es, sin duda, un activo que debe preservarse en este nuevo mandato de cuatro años que ahora se abre y que debería servir para profundizar en la integración y la participación de todas las organizaciones en la toma de decisiones y en la definición de las líneas de trabajo de CEOE.

    Los distintos órganos directivos, comités y comisiones de trabajo, y todas las estructuras técnicas de la organización deben ponerse a trabajar para resolver los problemas reales de las empresas españolas, al margen de su tamaño o proyección, respondiendo a las inquietudes y necesidades de los millones de empresarios que cada día abren la puerta de sus negocios para crear riqueza y empleo y pagar los impuestos y las cotizaciones sociales que permiten mantener el Estado del Bienestar.

    Que un proceso electoral como el vivido en los últimos meses resulte finalmente útil para la Organización y sus miembros es ahora responsabilidad de todos sus integrantes, pero muy especialmente de la opción vencedora que debe liderar la labor de CEOE en los próximos años y hacerlo sobre la base de conceptos como transparencia, ética, independencia, eficiencia, diálogo, negociación o ejemplaridad que han sido ejes indiscutibles de las propuestas de los candidatos.

    CEOE ha sido y debe seguir siendo un pilar fundamental de la Sociedad Civil española, lo que sólo se conseguirá si, desde la ética y la legalidad, sabe responder a la misión que está en su origen, el ser un instrumento al servicio de las empresas, útil a los empresarios y capaz de proponer y aportar a la tarea común de generar crecimiento, progreso y bienestar al conjunto de la sociedad.

    Pero también es necesario, que hoy esa labor irrenunciable de CEOE se adapte a los nuevos tiempos en los que una sociedad con nuevas expectativas y exigencias demanda un cambio no sólo en las funciones a realizar por las instituciones, sino también en el modo de ejercerlas.

    A ese trabajo estamos todos convocados y de su cumplimiento seremos responsables como lo fueron quienes a lo largo de los años hicieron de CEOE un actor decisivo para lograr la unidad empresarial, conseguir una economía fundamentada en la libertad de mercado, establecer acuerdos con los sindicatos que garantizaron la paz social y contribuir a la internacionalización de nuestra economía y de las empresas españolas.

     

    30/12/2014