AFBEL. Fiel a los compromisos adquiridos en la COP de Paris, la Unión Europea está impulsando el desarrollo hacia una economía baja en carbono y más eficiente en el uso de los recursos, mediante distintas políticas energéticas que se han concretado en unos objetivos de obligado cumplimiento, siendo éstos para el horizonte 2030-2050 muy ambiciosos. La transición hacia la descarbonización de nuestra economía es, hoy, una realidad y la adopción de estos objetivos demuestra que la Unión Europea quiere liderar este proceso de cambio. Es una realidad que todos los agentes involucrados en el sector energético están trabajando en soluciones cada vez menos emisoras de CO2, pero es también evidente que el vector eléctrico es el que está consiguiendo logros más evidentes con unos grados de penetración de generación de origen renovable impensable hace unos pocos años. La economía se va a electrificar progresivamente en sectores como el transporte por carretera, climatización e incluso en algunos procesos industriales intensivos en energía.