FEMEVAL. Álvaro, licenciado en Físicas, es uno de tantos jóvenes que tras su paso por la Universidad está buscando trabajo. Acaba de terminar unas prácticas no remuneradas de seis meses y el verano pasado consiguió un empleo precario con un sueldo que apenas podía llamarse de mileurista. Ninguno de los currículos que ha echado ha obtenido respuesta. Y los trabajos que pueden encajar en su perfil o piden entre 2 y 5 años de experiencia, nivel alto de inglés o prefieren técnicos, en vez de licenciados. Un horizonte laboral, de momento, oscuro y lejano.